11 sept 2009

SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2009 - EDICION Nº 25

Vivimos en un gigantesco mar de estrellas, nuestra galaxia “La Vía Láctea”.El Sol, la estrella que habitamos, es solo una más de las cien mil millones que la galaxia contiene. Noche tras noche, vemos esta galaxia, proyectarse en el cielo de sur a norte, como un gigantesco río en el frío del espacio.Su aspecto nebuloso a cielo limpio, deja brillar sus estrellas entre el polvo y gas que hay en ella; en donde antiguas constelaciones que aún perduran en el tiempo, muestran esbeltas sus siluetas de Escorpión, Cazador, Toro, Cabra, Centauros, Cruces y de otros seres mitológicos, brindando un espectáculo de extraordinaria belleza, para grandes y chicos.Examinar la Vía Láctea con un simple binocular, es una experiencia inolvidable que vale la penar vivir, anímese, no se arrepentirá. Verá que el universo es de las estrellas, ellas están en parejas o en grupos mayores de estrellas como las Pléyades o Siete Cabritas; o bien, en grandes nubes que también son galaxias como la nuestra, como “Las Nubes de Magallanes” que son las hermanas más cercanas de la Vía Láctea, a tan solo 175.000 años-luz (un año-luz, son unos 10 billones de kilómetros). Mirando al Sur las Nubes de Magallanes se ven como dos tenues nubosidades. Otra de las galaxias hermana de la nuestra es Andrómeda, a 2,5 millones de años-luz. En esta época se puede ver a simple vista como un débil punto nebuloso en dirección al norte. Y así, observando en el cielo por las ventanas de nuestra casa La Vía Láctea, veremos que no estamos solos como en una isla de estrellas, que en el universo hay tantas galaxias como estrellas contiene la mar que habitamos. ¿¡Cuántas estrellas!!!???... Hasta el próximo encuentro y Feliz Primavera.