5 mar 2010

ENERO-FEBRERO 2010 - EDICIÓN Nº 27


La Luna llena, también llamada “Luna Azul”, por ser la segunda del mes que despidió el 2009, también arrojó su luz, al Nuevo Año que comenzamos a vivir. Este fenómeno se repetirá cuando finalice el año 2028.
La Luna es uno de los objetos extensos del cielo que podemos ver a simple vista con cierto detalle, tanto de noche como de día, no solo por su vecindad sino por carecer de atmósfera. Detenerse unos minutos a observarla, resulta una experiencia fascinante y más aún, con el auxilio de un binocular de pocos aumentos o la cámara digital, se pueden obtener imágenes muy lindas de la cara lunar.
Desde la más remota antigüedad, la humanidad se ha intrigado con las manchas de la cara lunar y su significado. Algunos pueblos imaginaron la figura de un conejo o de una liebre, de un hombre encorvado, de un zorro, etc. Los Aztecas, temían de que la Luna pudiera llegar a alumbrar más que el Sol y, se dice que uno de los Dioses, corriendo le arrojó un conejo, opacando para siempre su resplandor. Variados simbolismos están vinculados a la influencia que ejerce su luminosidad en los fenómenos de la vida pero uno no menos importante es, el hecho de que se haya utilizado el ciclo lunar como una de las primeras unidades para medir el tiempo.
Hace algo más de 40 años el hombre dejaba la marca de su zapato en el suelo lunar, rastros que no se borraran fácilmente; no solo por la ausencia de erosión, sino porque más allá de los mitos y leyendas, la investigación espacial no se ha detenido y continúa con miras a establecer pronto una base con presencia humana en ella.
No obstante, la llamada Reina de la Noche, la mediadora de sueños y esperanzas, con sus condiciones naturales, seguirá brindando espectáculos fascinantes a los habitantes de la Tierra. Al mediar este año tendremos la oportunidad de ver cómo la Luna tapa la luz del Sol en el eclipse de próximo 11 de Julio.
Después de la Luna, nos esperan los planetas y las lejanas estrellas en la oscuridad del espacio. Durante estas noches de verano, el planeta Marte -Dios de la guerra-, estará en las cercanías de la Tierra llamando nuestra atención con su característico color rojo sangre. Como una estrella roja al comenzar la noche, lo veremos elevarse por el este en dirección al nor-oeste y será una de las estrellas más brillantes en la constelación de Leo.
Como todos los años en esta época, se ve desde la medianoche, atravesando el cielo de Sur a Norte, como un gigantesco río de estrellas de gran brillo: el brazo de nuestra galaxia, La Vía Láctea.
¡FELICES VACACIONES!